Un día cuando chiquita, encontre unas cartas en el closet de mi madre, pero mi hermana me vio y me dijo: "por eso mami tiene una maldición de 10 años en su vida" (el cual lo dijo para asustarme porque eso no era real)...
y lo que ella no sabe es que provocó una curiosidad ETERNA porque lo prohibido se vuelve tentador.
Luego de adulta, veía que mami se leía las cartas, y me daba interpretaciones de mi vida que se hacían realidad, pero siempre le tuve respeto y no me había dado con intentarlo...
Hasta que un día, en medio de mi propia desconección emocional y espiritual (que realmente era un despertar espiritual), me dio con ordenar mis primeras cartas A LO LOCO 😂
Mientras me llegaban, le confesé a Mami que sentía curiosidad, y ella me regaló unas cartas para comenzar.
Yo en mi mente decía: "COMO ESTO NO FUNCIONE SERÉ LA PRIMERA EN DECIRLE AL MUNDO"........................... y aqui estoy 5 años después.
Recuerdo estar mega obsesionada con este tema, y luego de hacer research sobre cómo hacerme una lectura, me senté, respiré profundo y decidí hacerme la primera de muchas...
Pregunté lo que en ese momento me preocupaba y BOOM. La respuesta estaba frente a mí. Clara. Precisa. Sin rodeos.
Comencé a estudiar más a fondo y me encontré con un curso de una australiana que me cambió la perspectiva.
Me enseñó que el Tarot no es solo para “predecir el futuro”, sino una herramienta de autoconocimiento, claridad y transformación real.
Ahí fue que me di cuenta: Esto es demasiado preciso, los milagros y lo que uno no entiende cómo sucede, y es positivo, viene de Dios, y ahí entendí que Dios me habla a través de las cartas.
Las respuestas estaban ahí, pero lo más importante era que también me mostraban acciones a tomar para salir del estancamiento, y lo que yo no sabía era que eso en un futuro, me llevaría a alinearme con la voluntad de Dios.
Así que empecé a integrar el Tarot en mi vida diaria, implementando mi propio método para volverme consistente.
Hacía lecturas semanales, mensuales y anuales para entender qué quería Dios de mí en cada etapa de mi vida.
Y cuando vi los cambios en mi y las sincronicidades en mi vida, supe que tenía que compartirlo con el mundo.